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Sábado, febrero 10, 2018
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Canchagua invita a una aventura en el páramo en medio de maizales y flores

SAQUISILÍ (F) | El trabajo empezado hace un año entre el Gobierno Parroquial y los estudiantes de turismo del Instituto Cordillera, de Quito, convirtió al museo Cancha Huasi en un lugar en donde desde este viernes, 7 de abril de 2017, contará la historia de los abuelos, bisabuelos y más antepasados de esta parroquia rural de Saquisilí, en Cotopaxi, mediante la exhibición de pondos, reverberos, ollas de barro, el fogón a leña, el radio a pilas, los sucres y otras cosas antiguas.

Por: Redacción www.Cotopaxinoticias.com (F)

Latacunga (Cotopaxi). “Se dormía en el piso sobre paja y estera, que era mucho más saludable que dormir en un colchón (…) La comida se preparaba en ollas de barro y era más nutritiva (…) Antes del tractor había la yunta (pareja de bueyes), para labrar la tierra (…) El primer transporte fue el burro y luego la carreta”, narró Miguel Guamaní (foto lateral), presidente del Gobierno Praroquial. Toda aquello se recreará dentro centro de interpretación turística Cancha Huasi.

En los pasillos se exhibirá fotografías de lugares turísticos. También hay un rincón para resaltar los poderes curativos de la manzanilla y de más medicina natural, que aún se practica en la parroquia y que debido a la indiferencia corre el riesgo de desaparecer. Estos días, un experto foráneo los capacitó, para actualizar conocimientos.

Además, hay una sala con biblioteca e internet. Aquí, los moradores y los visitantes podrán leer libros antiguos de historia y novelas. Este espacio está dirigido especialmente a los jóvenes. “El libro tiene un olor distinto al del internet, alimenta mejor”, comentó Guamaní.

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Y hay un sitio para apoyar a la mujeres artesanas, que tejen. El Gobierno Parroquial las ha capacitado en el manejo de la paja y el sigse. “El sigse todo el mundo le quema y ni el animal lo come, pero se puede inventar cosas con esa hierba (…) Buscamos que la gente se autoeduque (…) Nosotros les daremos vendiendo las chalinas, los tejidos, y cuando se venda  les entregaremos el dinero”, resaltó la autoridad.

Se abrirá un área para quienes quieran vender a los visitantes alimentos preparados especialmente con base en el maíz, el principal cultivo de la zona. Hay quienes aparte de cultivarlo viven también de la venta de las tortillas de maíz, de los choclos con queso y de la colada morada, con base en la harina del maíz negro. También del dulce de capulí y del cuy asado o cuy cocinado, “no hay vivienda que no tenga cuyes”, resaltó Guamaní.

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Con esto, el Gobierno Parroquial busca promover en los alrededor de 6.500 habitantes y en los visitantes “el reconocimiento de las costumbres y tradiciones que aún se encuentran latentes, pero que con el pasar del tiempo se han venido perdiendo”.

Para la inauguración del centro de interpretación se ha organizado el Primer Encuentro de Comunidades Indígenas. Según Guamaní, el 90% de la población es indígena, kichwa hablante, y el 10% mestizo.

A las 10:00 se proyectarán audiovisuales y se presentarán artistas musicales. De 11:00 a 12:00 un yáchag limpiará las malas energías a quienes lo deseen. Al mediodía se brindará un almuerzo comunitario en pampa mesa (sin platos, comida disposición de todos). Desde las 13:00 se invitará a los presentes a un recorrido por los sitios turísticos, entre esos el mirador del cerro Wingopana, el páramo y el vivero, habrá transporte. En la tarde se efectuará el encuentro de comparsas y baile, dando por inaugurado el centro de interpretación.

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Para el adecentamiento del centro de interpretación en lo que fue la unidad educativa Indoamérica, se ha invertido dinero tanto del Instituto Cordillera (se desconoce el monto), como del Gobierno Parroquial (USD 15.000). Aún queda trabajo, entre aquel, adecentar algunas aulas para hospedaje de los turistas.

“Un paraíso bajo el cielo”

Con esa frase define a Canchagua la página web del Gobierno Parroquial. Esta parroquia está a 17 kilómetros de la ciudad de Latacunga, en medio del volcán Cotopaxi y de los nevados Los Ilinizas, “engalanada por una rica historia que comienza más allá del Incario” y que se proyecta como “un centro agrícola de cereal y potencial económico”.

Los habitantes de este rincón de la serranía y hermosos parajes andinos se dedica a la actividad agropecuaria. Entre los principales cultivos están el maíz, las hortalizas, el capulí, papas, mellocos. Todos crecen en medio de terrenos rodeados de flores exóticas, originarias de la zonas. La economía se complementa con la crianza de cuyes, ganado vacuno, chanchos, caballos, ovejas y llamingos.

Entre los principales sitios turísticos están el “Vértice Santa Gertrudis”, punto establecido para la elaboración de las cartas topográficas y longitudinales, y cabalgatas a campo abierto, pesca deportiva y paseos en bote en la hacienda El Frutillar.

“Tierra del maíz”

Canchagua proviene de la lengua kichua Panzaleo. Tiene al menos dos significados. Cancha, maíz, y chagua, crudo, que unidos se interpreta como “maíz crudo” o “cuna de cereales”. O también, Cancha, tostado, y chagua, desabrido, que significarían “la tierra del tostado desabrido”, cocido en tiesto de barro, sin sal ni aceite o manteca.

Canchagua se convirtió en parroquia el 6 de octubre de 1943. Está ubicada entre la vía Toacaso – Sigchos, el río Pumacunchi, los páramos de Wingopana , Isinliví (sigchos) y el resto de Saquisilí. Sus comunidades son Canchagua Chico, Chilla Chico, Chilla San Antonio, Tiliche y el centro parroauial.

Venera a la Virgen de El Quinche durante las fiestas de finales de noviembre,  con comparsas, toros de pueblo y otros eventos. También festeja el aniversario de parroquialización.

Entre sus plantas nativas están la chuquiragua, achupalla, paja, cola de caballo, grama, llantén, diente de león, lengua de vaca achicoria, palo santo, sigse, cabuya negro y blanco, guanto, marco o altamisa, manzanilla, cedrón, menta, chilca, capulí y distintas variedades de flores.

Se cultiva maíz, morocho, chulpi, fréjol, haba, arveja, lenteja, habilla, vicia, papa, melloco, mashua, oca, zanahoria blanca y amarilla, chocho, zambo, zapallo, cebolla (larga y paiteña), tomate (riñón, de árbol), col, lechuga, nabo, durazno, pera, manzana, capulí y tuna. Hay también grama, kikuyo y trébol, etc.

Entre los animales silvestres hay lagartijas y ranas.

Su suelo es franco arcilloso, arenoso y de tierra negra. Canchagua está desde 2.970 hasta 3.250 metros sobre el nivel del mar. Los habitantes sostienen que aquí “se respira vida”. En los páramos de Chilla San Antonio el clima es más frío, oscila entre 6 y 8 grados centígrados; cuando existen heladas,  la temperatura baja hasta cero grados centígrados.

Su topografía es irregular  hacia la parte del río Pumacunchi, en la parte central es plana.

Según la web del Gobierno Parroquial, “su producción agrícola es exuberante, en las comunidades altivas  la producción es un granero en gran escala, se cultiva desde la humilde oca hasta la orgullosa patata,  desde el castizo morocho hasta el aborigen  melloco, desde el rubicundo trigo hasta la indiana cebada”.

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