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Miércoles, marzo 8, 2017
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¿Cómo funcionaría un gobierno de coalición en Ecuador?

ECUADOR (O) |  La elección presidencial del 2 de abril abre para los ecuatorianos la posibilidad de elegir entre la continuidad de un proyecto político que por más de diez años se estructuró en torno a un solo partido de gobierno o abrir una puerta hacia la alternancia democrática y una efectiva separación de poderes. Esta elección también afectará la capacidad que tengan los actores políticos para estabilizar la economía y reactivar el crecimiento en un contexto de pluralidad y buen gobierno.

Por: Andrés Mejía Acosta y John Polga Hecimovich*

Tomado de 4PELAGATOS.com (O)

La formación de gobiernos en Ecuador: Ecuador siempre ha sido un país difícil de gobernar. Durante su existencia democrática, la elite política no ha logrado establecer un gobierno que incorpore las demandas de una sociedad diversa, con marcadas identidades regionales, ideológicas y étnicas. De hecho, la idea del co-gobierno casi siempre estuvo asociada con prácticas corruptas, clientelares o ilegales. Un ex presidente confesaba que “ser gobiernista es el peor insulto que se le puede decir a un político”. ¿Por qué los partidos y sus líderes políticos no cooperan en Ecuador?

Durante la época de la llamada partidocracia (1979-2005), se pensaba que los beneficios de formar parte de un gobierno no compensaban la responsabilidad de coparticipar en la toma de decisiones, sobre todo si éstas eran impopulares. La respuesta criolla fue la formación de “coaliciones fantasma” que permitieron a los presidentes repartir ministerios, designar jueces, autoridades de control y embajadores de diferentes partidos de oposición a cambio de votar por algunas iniciativas de reforma. Pero éstos pactos o alianzas puntuales nunca fueron formalizados ni sirvieron para dar continuidad o estabilidad en la adopción e implementación de políticas más allá de los acuerdos puntuales. En promedio, se calcula que durante este período los acuerdos informales no duraban más de seis meses y en promedio se cambiaba un ministro cada dos meses.

Paradójicamente, la llegada de la Revolución Ciudadana en 2007 no dio mayor estabilidad ni continuidad a la formación de políticas públicas, a pesar de que el presidente tuvo el apoyo mayoritario o casi mayoritario del partido de gobierno. En promedio, se calcula que cada ministro de Correa duró aproximadamente 17 meses en su cargo, que es un promedio de duración muy bajo en América Latina. A diferencia del período anterior, los frecuentes cambios y reacomodos de ministros con Correa fueron para mantener –o reciclar– a un reducido grupo de confianza en posiciones claves de gobierno. Este reciclaje de funcionarios de gobierno ha tenido efectos negativos sobre el manejo efectivo y transparente de los recursos públicos.

Los presidencialismos de coalición en América Latina: Es difícil concebir los beneficios de una propuesta política cuando en Ecuador jamás se ha experimentado el fenómeno de un gobierno de coalición en el gabinete. En su versión elemental, un Gobierno de coalición es un mecanismo formal de cooperación política que permite a diferentes partidos representados en la legislatura, tener una participación formal en la composición y funcionamiento del gobierno a través de diferentes ministerios en el gabinete. Esta práctica, común en gobiernos parlamentarios multipartidistas, establece que los partidos socios de la coalición legislativa tendrían una participación proporcional en la formación del gobierno correspondiente a su contingente legislativo. De este modo, un cambio de ministro es posible siempre y cuando su reemplazo sea por otro miembro del mismo partido a fin de mantener la coalición intacta.

En América Latina, la formación de presidencialismos de coalición es una práctica creciente y muy variada en función de cada país. Dado que los presidentes no tienen la obligación de invitar a la oposición a formar gobierno, ni dependen de su apoyo para mantenerse en el gobierno, el manejo de los gabinetes ha sido discrecional y no siempre proporcional. Comparado con el resto de América Latina, el Ecuador tiene la más baja participación de ministros de otros partidos que forman parte del gabinete de gobierno. Efectivamente, la falta de inclusión de partidos aliados en el gabinete ha afectado la duración y estabilidad de las coaliciones legislativas en Ecuador.

El otro factor de éxito para la formación de gobiernos de coalición, tiene que ver con el momento en que se realiza la negociación política. En América Latina se estima que los gobiernos de coalición más exitosos tienden a establecer los términos de la distribución de poder y la colaboración antes de las elecciones. En el caso de Ecuador, la información completa sobre la configuración de la Asamblea Nacional, es un buen punto de partida para la conformación de un gobierno estable y programático.

¿Cómo funcionaría un gobierno de coalición en Ecuador?: Es natural desconfiar de lo que se desconoce. Por tradición política y lógica electoral, los líderes de partidos y sectores sociales en Ecuador no han querido formar compromisos formales de gobierno mas allá de hacer acuerdos puntuales, ofrecer apoyos electorales o integrar mesas informales de negociación. Difícilmente un acuerdo político puede sellarse de la noche a la mañana, pero el reto ahora consiste en trascender los acuerdos coyunturales y establecer un acuerdo político que dé beneficios mutuos para los miembros de la coalición.

La segunda vuelta electoral ofrece una oportunidad para cambiar la tradición y la historia política en Ecuador. En el contexto actual en la que PAIS ha ganado una mayoría de escaños en la Asamblea, es aún más necesaria la articulación de un gobierno de coalición que ayude a ampliar la base de apoyo electoral para el 2 de Abril, y establezca las condiciones y los acuerdos que sostengan al nuevo gobierno a partir de esa fecha. Concretamente, Guillermo Lasso y su partido CREO tienen la oportunidad de consolidar el apoyo electoral y discutir los parámetros de ajuste y estabilización económica con la integración del Partido Social Cristiano y Fuerza Ecuador en su programa de gobierno. Los partidos y movimientos de izquierda también tendrían una oportunidad única de participar en el diseño e implementación de políticas de protección social dentro de un futuro gobierno de coalición. En ambos casos, la formación de un gabinete de coalición con varios partidos tendría que formalizarse a través de un acuerdo programático y transparente con dichas organizaciones.

¿Se puede plantear una nueva forma de hacer gobierno?: Si Lasso gana el 2 de Abril, se enfrentaría a una mayoría opositora de PAIS. Lo más probable es que se vuelve a abrir el conocido escenario de fragmentación legislativa, bloqueo político y desgobierno que se vivió durante el supuesto período de la partidocracia. Hay que recordar que ese escenario fue instrumental para el éxito de Correa en 2007 y bien puede legitimar o acelerar el regreso de Correa al escenario político. La alternativa es articular y diseñar una manera alternativa de hacer política, donde los apoyos y acuerdos que se vivieron durante la jornadas cívicas después del 19 de Febrero, se materialicen en acuerdos firmes y formales de gobierno.

Siguiente artículo: escenarios para la formación de un gobierno multipartidario y su manejo.

*Autores:
Andrés Mejía Acosta
es profesor de Desarrollo International, Kings’ College London.
John Polga Hecimovich es profesor asistente en la Academia Naval de los Estados Unidos.

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