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Lunes, abril 30, 2018
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El volcán Tungurahua está casi dormido; la SGR bajó la alerta de amarilla a blanca

SIERRA CENTRO (I) | En el volcán Tungurahua se registra un sismo cada dos días, hay una actividad interna bastante baja comparada con los volcanes Cayambe, Cerro Negro, Cotopaxi o el Guagua Pichincha. Por esta razón, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SGR) dejó sin efecto la alerta amarilla en esa montaña este miércoles, 6 de diciembre del 2017, y la cambió a blanca.

Por: Redacción www.Cotopaxinoticias.com (I)

Latacunga (Cotopaxi). La resolución se firmó en el edificio de la Gobernación tungurahuense ante la presencia de los gobernadores de Tungurahua y Chimborazo, alcaldes, dirigentes campesinos y representantes de los cantones de Baños de Agua Santa, Pelileo, Penipe y Guano, ubicados en las zonas de influencia del coloso. Además de los técnicos del Instituto Geofísico (I) de la Escuela Politécnica Nacional.

La secretaria nacional de Gestión de Riesgos, Alexandra Ocles, firmó el documento y entregó de manera simbólica una copia de la resolución al gobernador de Tungurahua, Fernando Naranjo, y a la gobernadora de Chimborazo, Margarita Guevara. Ocles calificó a esta decisión como una buena noticia para ambas provincias. “Ratificamos que nos mantendremos monitoreando el volcán”, anunció.

La derogatoria de la alerta amarilla se realiza luego de más de un año de haber sido emitida, cuando la montaña ya dio muestras de que su actividad disminuía.

“El volcán Tungurahua está casi dormido y esperemos que siga así unos 70 años”, expresó Patricia Mothes, vulcanóloga del IG, que estuvo presente en el monitoreo de todo el proceso eruptivo.

Mothes aclaró que no se puede hablar de una finalización total del proceso, “pero es como si terminara un ciclo de actividad”.

Los técnicos del Observatorio del Volcán Tungurahua (OVT), ubicado en la Base Guadalupe, confirmaron que la actividad sísmica interna del coloso continúa con tendencia a disminuir y con un nivel moderado. Los especialistas también afirmaron que ya no se registran fumarolas que salgan desde del volcán, en los últimos meses.

La calma retorna después de 18 años., desde el 17 de octubre de 1999 en que se reactivó con procesos eruptivos de alta y baja intensidad.

“Vamos a seguir monitoreando al volcán muy de cerca. Ha sido un tremendo placer trabajar de cerca con el proceso del Tungurahua, para mí fue un tiempo de aprendizaje”, reiteró Mothes.

Para el vigía Carlos Sánchez, quien controla a la ‘Mama Tungurahua’ en el sector denominado ‘Casa del Árbol’, en Baños de Agua Santa, le alegra que se tranquilice porque eso permitirá más asistencia de turistas.

Advierte que no se deben confiar. “La naturaleza es impredecible y hay que estar vigilantes. El cambio de alerta es muy bueno pero nuestra responsabilidad se mantiene. Mientras el volcán exista no debemos descuidarnos”, sostuvo uno de los vigías más activos en la zona de Runtún.

Ocles, sin embargo, sugirió que “es importante que todas las autoridades en territorio promuevan ejercicios de evacuación”, para no perder la prevención.

Patricia Mothes resaltó que lo ocurrido con el Tungurahua permitió a la población estar más atento y respetar el entorno donde se vive.

“El volcán nos ayudó a reformar este cuerpo técnico en el Instituto Geofísico y ha ayudado mucho para formar a grupos gubernamentales de formar a la gente. Esta experiencia nos permitió ayudar mucho con el Cotopaxi, cuando se activó el volcán”, manifestó.

Fernando Naranjo, prefecto de Tungurahua, dijo que estos 18 años de constante actividad les permitió madurar en el trabajo de prevención. Destacó que Patricia Mothes fue el baluarte para demostrar que podían enfrentar las adversidades.

Naranjo, propuso recuperar la antigua carretera Baños-Riobamba que es una vía de prevención y clave en lo relacionado a la evacuación.

Luego del anuncio y de la firma del fin de la derogatoria, las autoridades recorrieron por las zonas ubicadas en la falda del volcán Tungurahua.

Cronología

Después de casi un siglo de silencio, el 17 de octubre de 1999 el volcán Tungurahua sorprendió a los más de 25 mil habitantes que existían por ese tiempo en las poblaciones de Pelileo y Baños.

La gente que aún no estaba preparada tuvo que abandonar sus tierras. En Baños retornaron el 5 de enero del 2000.

Lo más fuerte llegó el 16 de agosto del 2006. Seis personas murieron. Fueron evacuadas de Palictahua (Chimborazo), pero en la noche regresaron y fueron alcanzados por los flujos incandescentes.

Desde el 2010 la actividad del Tungurahua fue considerada vulcaniano por las fuertes explosiones. En mayo del 2010 la tremenda explosión afectó hasta Guayaquil que obligó a las autoridades cerrar el aeropuerto.

El 1 de febrero del 2014 otra fuerte erupción hizo que las cenizas llegaran hasta Quito, Cuenca, Macas y Azogues. En el 2016 no se registró actividad elevada al igual que en el transcurso del 2017.

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