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Habla la exesposa de Ricardo Rivera

ECUADOR (I) | Amparo Gómez estuvo casada con el tío de jorge glas y dice conocer muy bien a los dos. por eso está convencida de que la relación entre ellos sigue siendo tan sólida como siempre.

Por: Marlon Puertas

Tomado de Focus Ecuador (I)

Guayaquil (Guayas). Y denuncia ser víctima de abusos judiciales en el litigio que mantiene con su ex exposo, cometidos por la influencia que tendría el vicepresidente reelecto. “¿que ya casi ni se ven rivera y glas? pero si pasan todas las fiestas de fin de año juntos”, contradice amparo gómez.

¿Hace cuánto tiempo usted conoce a Ricardo Rivera?

Desde el año 1987. En 1988 conviví un año con él, me separé y luego volví, comenzando otra relación en el 2000, hasta que el año 2004 nos casamos. Fue con una recepción en el hotel Hilton de Guayaquil. El padrino y testigo fue Jorge Glas. En el 2005 tuvimos una hija.

¿Cuánto tiempo conoce a Jorge Glas?

28 años, desde muy joven. Yo tenía 17 años cuando conocí a Rivera y Glas tiene casi la misma edad que yo. En ese tiempo él arreglaba computadoras, en la parte baja del condominio de Lomas de Urdesa, contiguo al departamento que fue allanado el pasado 2 de junio a Ricardo Rivera.

¿Usted trabajó con los dos en Televisión Satelital, empresa que también fue allanada el pasado 2 de junio?

Sí, yo fui la gerenta comercial. Vendí la primera publicidad en ese canal y se veía raro, porque la publicidad que se daba era de los mismos programas del canal. En 2004, Ricardo Rivera quiso vender el canal porque no le producía y yo le recomendé que no lo haga. Allí nació el programa de entrevistas Gestión Empresarial, al que siempre se invitaba al economista Rafael Correa. Allí se conoció con Jorge Glas.

¿No se conocieron en los boy scouts? Esa es la versión de los dos.

Desconozco esa historia de los boy scouts, que yo sepa no es así. Correa y Glas siempre hablaban en el programa de que el petróleo es nuestro, cuando había el problema con la Oxy. El programa comenzó a tener mucha relevancia porque invitamos a políticos, hasta estuvo León Febres Cordero. En 2006, mi relación con Rivera se deterioró, ya no toleraba su temperamento y me enfermé emocionalmente. Hubo violencia intrafamiliar y fue sancionado.

¿Cuándo decidieron el divorcio?

Él presentaba demandas y luego desistía. Eso pasó tres o cuatro veces con los desistimientos. El divorcio comenzó el 2008, cuando él estaba en el gobierno de Correa. En medio de ese proceso, me allanaron ilegalmente mi domicilio y en eso intervino Jorge Glas.

¿Cómo intervino Jorge Glas?

Porque tenía el poder. Glas era en ese tiempo presidente del Fondo de Solidaridad y Rivera era el Intendente de Telecomunicaciones, los dos eran funcionarios del gobierno y sufrí un allanamiento terrible. En ese entonces recurrí donde la gobernadora Anita Triviño y me dijo que había recibido una llamada de Jorge Glas — y que me lo niegue la exgobernadora- y me explicó que “lo siento, no puedo hacer nada mijita, no te puedo reintegrar a la casa”. Y estaba casada, todavía no salía el divorcio. Justo el momento del allanamiento me había ido a poner una denuncia a la comisaría y cuando regreso, me encuentro todas las cosas en la calle, incluso las de mi hija chiquita. Sacaron a mi madre, a mi hija.

¿Hubo orden judicial para esa acción?

No, sin ninguna orden judicial. En la garita dijeron que eran algualices de la Corte y era falso, como consta en una indagación previa que se abrió.

¿Llegaron policías?

No eran policías, eran delincuentes. Ocho. Sin ninguna orden judicial me sacaron violentamente de mi casa y nunca pude regresar. Solicité ayuda al Comisario de ese entonces, a la Gobernadora, nadie me reintegró a mi casa. Y no tenía donde vivir. En ese tiempo yo tenía una boleta de amparo a mi favor y no se me podía acercar. Eso lo enojó mucho y me mandó el despojo violento que sufrí. Presenté la denuncia, hubo el inicio de la indagación previa de allanamiento a domicilio el 15 de abril de 2008.

¿En qué terminó esa investigación?

En que nunca me reintegraron a mi casa. Estuve casi dos meses sin casa con una niña de dos años y medio. La investigación fiscal no terminó acusando a nadie, todo quedó en nada, y luego salió una instrucción fiscal, pero en contra mía.

¿Acusándola de qué?

Me acusaron por haber allanado una casa, esa misma casa que se suponía que era de mi esposo Ricardo Rivera, donde me llevó a vivir. Se inventó un testaferro y puso esa casa a nombre de otra compañía, como está acostumbrado a hacer. Y el testaferro era empleado de Rivera. Antes que me saquen, me cortaron el agua, me cortaron la luz, para hacerme hostil la vida, hasta que llegaron los ocho delincuentes y me botaron de donde él me había llevado a vivir. Después hasta me mandaron el mensaje que mejor no haga nada, porque me puede pasar algo. Fui a los medios de comunicación y no me prestaron atención. ¿Cómo me van dar atención si Rivera les hacía todos los enlaces satelitales a los canales de televisión en esa época? Yo caí en una depresión terrible, sin casa y con mi niña de dos años y mi madre que vive conmigo, en la calle.

¿Y cómo se dieron estas decisiones judiciales en este caso a favor de él?

Por medio de su sobrino, el señor Jorge Glas, eso es obvio. Incluso ahora, el abogado de Rivera es el hermano de Glas, Heriberto Glas, en el juicio que le tengo planteado por pensiones alimenticias.

¿Cuándo se divorció de Ricardo Rivera?

Ni me enteré. Nunca me notificaron. Había un trámite, pero el juez sinvergüenza Cuarto de lo Civil de Guayaquil, nunca vio el bienestar de mi hija ni como quedaba su situación. Eso fue en el año 2009. Después yo tuve que hacer un juicio de alimentos congruos, pero eso él lo peleó años. Y yo nunca he hecho una liquidación de la sociedad conyugal con el señor Rivera. Una vez, el director de la Judicatura del Guayas, Bolívar Vergara, me dijo que “mientras esté el señor Jorge Glas no va a haber justicia para usted”. Me lo dijo personalmente, que mientras esté Glas nunca ese juicio terminará a mi favor.

¿Se refiere al jucio de alimentos que planteó en contra de Rivera?

En ese juicio están todas las pruebas, como utiliza nombres y personas para esconder sus bienes. No estoy diciendo nada que no es. En ese juicio está el testimonio de un señor, Luis Enrique Benavides, que fue gerente de Televisión Satelital, donde dice claramente que fue forzado por el señor Rivera para ser garante solidario. Y ese señor ganaba un sueldo de mil dólares. Después, Benavides ya no quería ser garante y este señor ha insistido diez mil veces que ya no quiere ser garante, ha presentado no sé cuantos escritos, pero no le levantan esta situación. Lo tienen años así. Por este caso he acudido ante la ministra de Justicia y recurrí al presidente de la República. Nunca me dieron una respuesta. Reclamaba que durante 4 años mi hija no recibió un solo centavo de pensión alimenticia. La responsable de eso fue la jueza Marien Segura Reascos, ahora magistrada de la Corte Constitucional. Ella me tuvo 4 años sin pensión alimenticia, sin un centavo.

¿No se suponía que debía dictarse apremio personal o detención cuando había retraso de dos pensiones alimenticias acumuladas?

Eso es para los pobres. A ellos, a los dos meses los meten presos. Acá pasaron cuatro años y la jueza Marien Segura Reascos, hoy en la Corte Constitucional, no ordenaba la detención ni el pago.

¿Cuál era el argumento legal?

Que tenía que pedir consulta al superior, que lo mío estaba en apelación en la Corte Provincial.

¿Usted cree que cumplía una consigna la jueza Segura?

Por supuesto. ¿Usted como cree que un juicio de alimentos, que empezó en 2008, tiene 29 cuerpos, hasta hoy no concluye? Y tengo una pensión provisional de 600 dólares, dictada por la jueza Alemania Centeno, otra jueza irregular. Rivera pagó la pensión provisional hasta que pusieron la pensión definitiva, en 2011, que fue de USD 4000 dictada por el juez Richard Proaño. Allí dejó de pagar. Desde el 2011 hasta el 2015, cuatro años.

¿Qué pasó con el juez Richard Proaño?

El juez Richard Proaño, que puso la pensión de USD 4000, fue destituido por queja de Ricardo Rivera. El Director de la Judicatura de Guayas, Bolívar Vergara, lo declaró inocente al juez Proaño, pero igual lo destituyeron por “demora en el despacho” como causal. Al único juez que se atrevió, se puso los pantalones y no aceptó coimas, ni invitaciones a cenar, ni presiones, y puso una pensión de acuerdo a todo el poder económico que posee el señor Rivera.

¿Desde 2008 hasta ahora cuántos jueces han conocido su caso?

Es de Ripley. Por mi caso de alimentos han pasado 26 jueces, caso único en la historia, y no me han hecho justicia. Los voy a enumerar a los 26 jueces: Carlos Díaz, Alemania Centeno, Marcia Montero, Fabiola Checa, Laura Villamar, Glenda Ortega, Roberto Pazmiño, Eduardo Vergara, Juan Martínez, Carlos Valverde Anchundia, Medardo Jacho Arequipa, Glen Marcos Bodero, Gabriel Ramos Letamendi, Luis Toala Moncayo, Marien Segura Reascos, Wilson Romero, Érika Medina, Alberto Robalino Durán, Lot Valle Peñaherrera, Melvin Zavala y Rodolfo Bolaños. Y claro, Richard Proaño, el que fue destituido. El juicio ahora está año y medio en consulta para determinar que juez es competente. Nadie quiere tocar mi juicio. ¿Y sabe lo que una vez me dijo un juez? “Mire, yo soy padre de niños y no quiero que me boten de mi trabajo. Yo no quiero que me den su juicio”. Me imploró. Y al siguiente día me llegó una notificación de que el señor se había enfermado. Pidió permiso antes de perder su trabajo. Otro por estrés, se justificó por mucha carga laboral. El otro se excusa, otro se inhibe. Rivera nunca pagó los USD 4000 sentenciados, y ahora me pasa los USD 600 provisionales. Pero ocurrió lo insólito: antes de terminar el gobierno de Correa, estaban apuradísimos para sentenciar el caso y ponerme una pensión definitiva. Y me dan una sentencia en diciembre del año pasado, porque siempre me dan en diciembre los latigazos, poniéndome una pensión definitiva de USD 1000. Eso lo hizo el juez Wilson Romerio, que conoció el caso en septiembre, y en dos meses hace la sentencia. Me bajó la pensión de USD 4000 a 1000. Apelé y ahora está en trámite. Los jueces de la Corte Provincial que lo tienen son Rocío Córdova, que es la juez ponente, Jessy Monroy y Deisy Aveiga.

¿Usted cree que todo esto pasa porque Ricardo Rivera se respalda en Jorge Glas?

Por supuesto. Desde 2007, cuando ya estuvieron en el poder y Correa lo puso a Glas en el Fondo de Solidaridad, todo lo consultaba con su tío. Y que me lo niegue a mí, que viví con Rivera los dos primeros años del gobierno de Correa. Me consta. Glas toda su vida ha trabajado con su tío, desde que lo conozco. Rivera siempre ha tenido su poder económico porque ha sido un emprendedor y siempre estuvo Glas con él, le pagaba, le dio los estudios.

Casi como un padre…

Rivera es el padre de Glas, toda una vida. Y ahora que venga a decir que tiene que responder ante la justicia, es pura pantomima.

Glas dijo en la Asamblea que si Ricardo Rivera sirvió de testaferro de alguien, no fue de él.

Obvio que sí. Y eso lo dice todo el mundo. ¿Por qué tenemos que callar eso? Es vox populi.

¿Ricardo Rivera tuvo negocios con el gobierno de Correa?

Claro. ¿Quién hizo Ecuador TV? Ahí están las facturas dentro de mi juicio, de cuánto facturaba Televisión Satelital con el gobierno. Él hizo Ecuador TV. El transmitió las sabatinas, los enlaces. A mí no me puede negar nada. Siempre le tuve temor, pero ya no le tengo miedo. En la prueba 121, página 746 del juicio, como otra prueba acompaño facturas extendidas por Televisión Satelital a su cliente Ecuador TV, por sumas de USD 16.000, USD 12.000, USD 45.000, por concepto de alquiler de servicio satelital y de la unidad móvil. Tengo 140 pruebas en el juicio.

Conociendo la cercanía de Glas con Rivera, ¿intentó usted hablar con Glas para que interceda en su caso?

Ja, ese hombre estaba rebosado de poder. Lo que dijo es que pida una cita. Me lo dijo a mí, a su tía, a quien llamaba Amparito. Hipócritamente me ha preguntado cómo están las niñas y yo por dentro pensaba ¿cómo van a estar? Una vez fui a Quito, a la Vicepresidencia, hace unos años, no me recibió nunca. Y claro, si él es quien pone las piedras en todo, amenaza a todo el mundo.

¿Usted cree que Glas ha intervenido en sus casos judiciales?

Obvio. ¿Usted cree que el señor Rivera va a tener tanto poder si no es por su sobrino?

Pero Glas ha dicho que ya casi no habla con su tío, que son casi 10 años que no tiene ninguna relación con él. Lo repitió la semana pasada en la Asamblea, cuando se lo preguntaron en su comparecencia.

¿Qué? ¿Qué no habla diez años? Es el hombre más cínico que he conocido en mi vida. ¿Por qué no van a Puerto Lucía (Santa Elena) y averiguan que Glas pasa el fin de año con ellos?

¿Glas pasa la fiesta de fin de año con Ricardo Rivera?

Por supuesto, todos los fines de año. Vayan a la garita de Puerto Lucía, pidan la bitácora de quienes entran y se encontrará el nombre del señor Vicepresidente Glas. ¿Por qué viene a negar a su tío? A mí me consta, el anteaño pasado porque pasé fin de año allá y lo vi. Estaba Cynthia, su esposa, la vi y me deseó feliz año nuevo.

¿Lo que expuso el vicepresidente Glas el pasado miércoles de que no tiene ninguna relación comercial con Rivera, que casi no conversa con él, que si está involucrado en el caso Odebrecht, que se lo investigue, usted le cree?

Oiga, pero si pasan el fin de año juntos. Repito, eso está registrado en Puerto Lucía.

¿Usted cree que Ricardo Rivera no podría haber intervenido en el caso Odebrecht si no era a nombre de Jorge Glas?

Claro. Yo lo conozco a Ricardo Rivera. Y Glas quiere ser más que su tío, quiere tener poder, ser millonario. Y Rivera lo tuvo por las buenas, lícitamente, desde joven, lo digo yo que lo conozco 28 años. Y conozco a Glas también 28 años, desde cuando arreglaba computadoras, era modesto.

El vicepresidente dice que sigue siendo modesto, que apenas tiene de saldo USD 8000 en sus cuentas.

¿USD 8000? ¿Usted le cree a ese hombre? Si negó a su padre, que sí tenían buenas relaciones porque yo los veía juntos en los cumpleaños de sus nietos. Y ahora niega a su tío. ¿Cómo no voy a estar indignada si niega a su tío, el que le dio de comer, el que le dio trabajo, el que le dio todo lo que es él?

Bueno, no lo ha negado. Ha dicho que su tío responda ante la justicia.

Sí, claro. Lo que sí sé es que es un hombre falso, un fariseo. Glas y Rivera han estado unidos toda una vida. Y unidos en lo personal, en lo político, en lo económico, en asesoría, en todo. Es más, su hermano Heriberto Glas es el abogado de Rivera en mi juicio.

¿No está usted respirando por la herida?

Cuando vi el allanamiento a Rivera no me llené de felicidad, porque es el padre de mi hija. Solamente le pedí a Dios su justicia divina. Y estoy haciendo esta denuncia porque no me merezco que él se haya desentendido de mi hija, ha perjudicado a su propia hija, que tiene problemas de salud. Mienten, como si la mentira fuera su estilo de vida.

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